Como aquel Doncel de Sigüenza, es la entradilla que José Antonio escribió al artículo de Matías Montero “Las flechas de Isabel y Fernando”, manuscrito que llevaba en el bolsillo en el momento en que fue asesinado. (O. C. Edición del Centenario, p. 493).
Matías Montero y Rodríguez de Trujillo nos deja con el legado sacro de su sangre generosa esta página clara, escrita pocos días antes de morir. El se había dado ya por entero a la Patria y a la Falange, con nobleza, con inteligencia, con alegría. Su prueba ejemplar en los estudios como estudiante de Medicina se adornaba con un gusto certero por las letras. Una España fuerte y armoniosa de arquitecturas bajo la luz solar era su vivo sueño para después de la victoria. Muere antes de que nuestro sol alcance su cenit. Muere en el umbral de una España mayor como aquel Doncel de Sigüenza, don Martín Vázquez de Arce, hombre de letras y de armas que murió a la vista de Granada. Ante la figura pensativa de nuestro hermano muerto, que nos mira a través de esta página, todos vamos desfilando hacia el irrenunciable triunfo del mañana. Al pasar ante él, en el pecho nos cantan los versos del Ariel de Shakespeare sobre la sepultura: «Nada de él será vano y como un milagro del mar, volverá convertido en algo rico y maravilloso» b
b Versos pertenecientes al canto de Ariel en la segunda escena del acto I de La tempestad de William Shakespeare: «Nothing of him that doth fade / but doth suffer a sea-change / into something rich and strange».
F.E. núm. 7, 22 de febrero de 1934, p. 16ª, (O. C. Edición del Centenario, p. 493).
No hay comentarios:
Publicar un comentario