NO PARAR HASTA CONQUISTAR. CUENCA NUNCA SERÁ LO QUE MERECE MIENTRAS LOS CACIQUES DIRIJAN NUESTRA PROVINCIA
domingo, 20 de julio de 2014
Pedro Pablo Peña, jefe de Alianza Nacional, ratifica ante el juez el discurso que hizo en Barcelona el pasado 12 de octubre
Manuel Andrino, Jefe de La Falange, declarará próximamente en Madrid
El líder de la formación Alianza Nacional, Pedro Pablo Peña, ha defendido hoy ante el juez, que le ha imputado un delito de incitación al odio, la legitimidad del uso de la violencia cuando los poderes públicos no actúan para frenar la independencia de Cataluña.
Peña ha declarado este miércoles como imputado ante el titular del juzgado de instrucción número 26 de Barcelona, que investiga la denuncia que la Fiscalía presentó contra él y contra el líder de La Falange, Manuel Andrino.
En su declaración ante la juez, Pedro Pablo ha ratificado las primeras declaraciones que hizo ante la Fiscalía de Madrid -ya que también se negó a ser interrogado por el fiscal de Barcelona cuando fue citado- y ha admitido las expresiones que profirió en un mitin que pronunció ante medio millar de personas el pasado Día de la Hispanidad en Montjuïc.
A preguntas de la juez, el imputado ha justificado su discurso, argumentando que considera legítimo el uso de la violencia por parte del “pueblo español” cuando los poderes públicos no hacen nada para evitar la independencia de Cataluña.
Pedro Pablo Peña se ha negado a contestar a las preguntas del fiscal de Delitos de Odio y Discriminación, que presentó la denuncia contra los dos líderes ultras a raíz de un informe de la división de información de los Mossos d’Esquadra que incluía la grabación de los discursos pronunciados por los imputados.
De hecho, cuando supo que estaba siendo investigado, el propio Peña colgó en la web de Alianza Nacional un escrito en el que aseguraba que le importaban “una higa la Fiscalía y los fiscales”, lo que motivó que el ministerio público ampliara su denuncia por un delito de injurias graves dirigidas contra instituciones del Estado.
Según la denuncia de Fiscalía, en su discurso los líderes ultras afirmaron que estaban dispuestos a “dar hasta la última gota de sangre para defender la unidad de España” y también “a matar por España”.
El aberrante rumbo de la justicia española no hace sino favorecer una vez más, a todos aquellos que no luchan sino por romper nuestra Patria definitivamente en añicos, hasta hacer desaparecer lo poco que de ella queda y quien clama contra tal barbaridad públicamente, como queda patente con lo que viene sucediendo, debe enfrentarse a penas incluso de cárcel.
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