Casi 200 etarras vascos han salido a la calle desde febrero de 2012

Las cárceles se están vaciando de etarras asesinos antes de que la banda de terroristas vascos se disuelva. La cúpula de la banda terrorista no ha necesitado entregar sus armas para ver cómo sus asesinos terroristas empiezan a salir a la calle. Aunque el proceso de disolución arrancó en septiembre de 2010, el goteo de excarcelaciones se ha acelerado, por diferentes motivos, durante la legislatura de Mariano Rajoy. En febrero de 2012 había 665 reclusos de ETA cumpliendo penas. Sin embargo, este mes de octubre, sólo dos años y medio después, la cifra había caído hasta los 469, un 29,5% menos. Y se adivina la misma tendencia en el corto y medio plazo. La estadística ha sido elaborada por Etxerat, la asociación del entramado terrorista vasco-abertzale que se encarga de proteger y asistir a los asesinos vascos de ETA y también a sus familiares. A falta de datos oficiales de Instituciones Penitenciarias, que no ofrece información sobre la población etarra, se trata de la única fuente abierta fiable, aunque Etxerat no contabiliza a los reclusos que han decidido desmarcarse de la disciplina de la banda. Casi 200 etarras han salido a la calle desde febrero de 2012 hasta el pasado octubre, mes en el que se hizo el último recuento. En septiembre de 2010, cuando ETA difundió el vídeo en el que tres de sus pistoleros anunciaron el alto el fuego, la banda terrorista tenía a unos 700 miembros repartidos entre cárceles de España y Francia. La cifra se mantuvo constante hasta la declaración del cese definitivo de la violencia en octubre de 2011, dos meses antes de que el Partido Popular se impusiera en las últimas generales. Sin embargo, el número de etarras encarcelados comenzó a descender a partir de ese momento.