El caballo Losino; raza autóctona equina de España

 Aunque la existencia de restos fósiles en la provincia de Burgos demuestran la presencia de la especie caballar desde la prehistoria, hoy en día se desconoce la relación filogenética del actual caballo Losino con aquellos.

Para algunos autores, entre ellos Castejón (1953), el sustrato étnico fundamental de la población equina ibérica estaría constituido por tres tipos de indígenas que pueden considerarse precursores de las razas caballares actuales:
El caballo cantábrico, de perfiles cóncavos y alzada poco superior a 1m., que sería el antecesor de todas las razas de jacas o ponys del norte peninsular (garrano-portugués, caballo gallego, asturcón, pottoka, jaca navarra...)
El caballo castellano, de perfiles rectos y alzada comprendida entre 1,30 y 1,40m., que sería el ancestro de la extinta jaca soriana y del actual caballo losino.
El caballo andaluz, de perfiles convexos o subconvexos y alzada superior a 1,40., que, aunque con indudables influencias de otras razas, estaría en el origen del actual P.R.E.
Lo cierto es que de los últimos estudios realizados por el Departamento de Genética de la Universidad de Córdoba, sobre el A.D.N. del caballo losino, se observa una marcada diferencia de su genética con respecto al resto de las razas caballares de la península, a pesar de que la tasa de consanguinidad de esta población es muy baja.

Un Poco de HistoriaPor la historia sabemos que cuando los Romanos llegaron a las tierras del norte de Burgos las encontraron pobladas por la tribu de los autrigones. Este era un pueblo agrícola-ganadero que dominaba la equitación y la usaba para hacer la guerra a sus vecinos y al invasor romano. Según David Pradales (2002), entre los restos óseos, animales aparecidos en las excavaciones de sus poblados, la especie más abundante y que destaca sobre todas es la del caballo.
En la Edad Media, tras la ocupación de la península por los musulmanes, la reconquista de Castilla comenzó precisamente por estas tierras del norte de Burgos, y sin lugar a dudas su caballería intervino decisivamente.
En el año 974, en conde García Fernández creó la caballería villana (fuero de Castrojeriz) que tuvo un papel decisivo en la frontera del Duero.

 Decadencia

Terminada la reconquista el caballo losino abandonó el frente de batalla para dedicarse a menesteres menos heroicos como las laboresagrícolas, la cría mulatera o el transporte. Así se mantuvo, hasta mediados del siglo pasado, cuando la mecanización del campo hizo desaparecer la demanda de las mulas y por tanto de las yeguas que las producían. A partir de entonces se reorientó la cría caballar de esta provincia hacia la producción cárnica y para ello se cruzó profusamente a sementales de raza de tiro (sobre todo postier bretón) con las yeguas losinas. De esta manera se pasó de las 4.000 yeguas losinas puras censadas en los años 50 a las 30 que se pudieron recuperar en 1986.

RecuperaciónEn 1986, en vista de la alarmante situación, un grupo de particulares pusieron en marcha un proyecto de recuperación y cría en pureza del caballo losino. A pesar de los indicios poco halagüeños, la busqueda exhaustiva de la raza por todo el norte de la provincia de Burgos condujo a la localización y adquisición de tres machos y treinta hembras cuyo fenotipo se correspondía fielmente con el patrón racial descrito en la bibliografía. Estos ejemplares, rescatados se concentraron en Pancorobo en donde se creóel Centro de Recuperación y Cría de Caballo Losino, y desde entonces se crían en sus montes, manteniéndose una población que oscila entre los 150 y 200 ejemplares.
En 1988, se creó la Asociación Española de Criadores del Caballo Losino.
En 1998 se publicó la Orden de 30 de Octubre, de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León por la que se creó el Libro Genealógico de la Raza Equina Losina.
El censo actual de esta raza es de unas 200 cabezas.