Manifiesto conjunto leído por Jesús Muñoz el 1º de Mayo en Madrid
Jesús Muñoz, Jefe de Prensa del Sindicato TNS dio lectura al siguiente manifiesto en la Plaza de Chamberí:
Buenas tardes compatriotas,
Evidentemente como es de bien nacidos ser agradecidos, y los convocantes de la manifestación de esta tarde nos tenemos por bien nacidos, los mal nacidos ya se han manifestado esta mañana, lo primero es daros a todos las gracias por vuestra asistencia, por vuestro compromiso, por vuestro patriotismo y por vuestra ansia de Justicia Social que os ha hecho movilizaros esta tarde del 1º de Mayo con el Sindicato Trabajadores Nacional Sindicalistas, apoyado en todo por el resto de organizaciones integrantes de “La España en Marcha”, y que habéis conseguido que haya sido un éxito esta manifestación que acaba de concluir en esta plaza de Chamberí donde a continuación leeremos un comunicado conjunto y después escucharemos al Jefe Nacional del Sindicato TNS Carlos Rodríguez. Gracias por tanto a todos vosotros por haber acudido al llamamiento del Sindicato Trabajadores Nacional Sindicalistas, en este acto de reivindicación de España y la Justicia Social que no hubiera sido posible sin la participación de las organizaciones La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Movimiento Católico Español- Acción Juvenil Española, Democracia Nacional, Juventudes Canillejas y por supuesto de sus ejemplares activistas y militantes que han colaborado en infinitud de cometidos, de organización, logística, propaganda y seguridad desde su preparación hasta estos momentosfinales,para que este acto haya resultado más que digno. Es un honor para mi, como Jefe de Información y Prensa del Sindicato Trabajadores Nacional Sindicalistas el ser el encargado de dirigiros estas palabras que son el Comunicado Conjunto que os queremos transmitir todas las organizaciones de este acto de “La España Social en Marcha”
Hoy se cumplen 127 años de aquel otro 1º de mayo, el de 1886 en que fueron ejecutados en Chicago los mártires sindicales que organizaron la revuelta reivindicativa de las ocho horas laborales. Con su lucha insobornable, llevada hasta el sacrificio de sus propias vidas, Spies, Fielden, Neeb, Fischer, Lingg, Eengel y Albert Parsons le arrancaron al Capitalismo la usura de las interminables jornadas de trabajo a cambio de unos salarios de miseria.
No merecían morir y el jurado que los sentenció a la horca, lo sabía. Hasta tal punto eran conscientes de la atroz injusticia que iban a perpetrar, que uno de los comparsas del Capitalismo que formaba parte del jurado justificó las sentencias de muerte alegando que había que ahorcarlos “porque son hombres demasiado sacrificados, demasiado peligrosos y demasiado inteligentes”. Los convocantes de este acto de hoy hemos compartido la marcha de esta tarde con compatriotas que aspiramos a que este sistema nos defina como demasiado sacrificados, demasiado peligrosos y demasiado inteligentes y que nos considere sus enemigos, porque nosotros lo consideramos como tal, ya que este sistema es enemigo de España, y de la Justicia Social y por lo tanto es nuestro enemigo.
La tolerancia, según la academia de la lengua es, entre otras acepciones, disimular ante hechos que son ilícitos, es decir que no son justos. Por lo tanto desde que en España padecemos la democracia algunos nos hemos ganado a pulso, y a mucha honra, el calificativo de intolerantes, porque en España cuánto más injusto es algo, más posibilidades hay de que se permita por todas las instituciones del régimen e incluso más posibilidades tiene de que sea legal. Sí compatriotas, los aquí presentes somos intolerantes, muy intolerantes, porque son muchas, demasiadas, las injusticias que el sistema permite o incluso ha elevado a categoría de ley.
Somos intolerantes frente al separatismo que destruye y asesina a nuestra querida España, con la complicidad de todas las instituciones democráticas que quieren arrebatarnos nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro como integrantes de esa unidad de destino en lo universal que es nuestra patria, y por consiguiente el progreso social y económico que se deriva de una nación unida y fuerte.
Somos intolerantes frente al drama del paro y del no menos preocupante trabajo basura que alcanzan unas cifras verdaderamente criminales y, por supuesto, de las tragedias personales que hay detrás de cada número, que no sólo no les importa lo más mínimo a las instituciones del régimen, sino que manejan como arma para cumplir sus objetivos.
Somos intolerantes con todas las reformas laborales que se han sucedido en la democracia y que han ido, una tras otra, arrebatando a los trabajadores españoles los derechos que no les había arrebatado la reforma laboral anterior, que a su vez era peor que la anterior, así hasta reducir esos derechos a la mínima expresión. Derechos sociales y laborales, sería injusto ocultarlo, otorgados por un Estado Nacional en una época en que se aplicaban políticas nacionalsindicalistas que favorecían la Justicia Social, fundamentalmente para los más desfavorecidos.
Somos intolerantes con la cada vez mayor desigualdad social y económica entre los que viven cómodamente de este sistema, y los que sufren sus injusticias, a los que además se les somete a impuestos cada vez más abusivos que no redundan en una nación más próspera, sino en más prebendas para la casta parasitaria y demás enemigos de España.
Somos intolerantes con el problema de la vivienda y sus derivadas de desahucios y miedo a no poder pagar la hipoteca, que angustian a cada vez más familias españolas que se quedan sin hogares por haber cometido el delito de haberse quedado antes sin trabajo y sin dinero para sobrevivir, mientras la banca vuelve a recuperar lo que en teoría nunca fue suyo, las viviendas de los hipotecados, pero que siempre ha poseído de una manera o de otra.
Somos intolerantes con la corrupción cada vez más generalizada entre todas las instituciones del sistema, desde la monarquía hasta el último ayuntamiento, y que ha dejado vacías las arcas del Estado a causa de este robo democrático que, salvo contadísimas excepciones, siempre queda sin castigo y sin devolver lo robado.
Somos intolerantes con las sucesivas y cada vez más negativas reformas de las pensiones que a su vez hacen que cada vez sea más difícil llegar a cobrar una pensión, y que en el hipotético caso de cobrarse, será cada vez de menor cuantía,mientras la casta parasitaria democrática sigue con sus pensiones vitalicias y su futuro blindado con nuestro dinero.
Somos intolerantes con los cada vez más numerosos y más criminales recortes en terrenos sociales en lugar de aplicarlos en autonomías, partidos políticos, sindicatos del régimen, casas reales y otras asociaciones parasitarias, culpables de nuestra deuda creciente a entidades usureras a las que se les rinde pleitesía.
Somos intolerantes con el genocidio del aborto, asesinato legal que el sistema utiliza como negocio y como medio para conseguir sus objetivos de control de la sociedad y destrucción de la familia, y es que la misma democracia que deja a millones de españoles sin Patria, sin Pan y sin Justicia, pero con opción de luchar por ellas, impide con el crimen del aborto que centenares de miles de españoles no tengan ni siquiera esa opción al ser asesinados en el vientre de sus madres.
Somos intolerantes con lo que están haciendo con nuestra sanidad y educación que cada vez sonmás inaccesibles a los españoles que llevan décadas sufragándolas, ellos y sus padres y abuelos, para que las disfruten intrusos o se privaticen en beneficio de los de siempre.
Somos intolerantes con la inmigración-invasión que padece España y que ha conseguido, entre otras cosas, reducir la identidad nacional, aumentar la delincuencia, rebajar las condiciones sociales, laborales y económicas de los españoles a costa de mano de obra barata extranjera, que benefician a los que bendicen esta invasión y que aplican su “no racismo” y su “no xenofobia” explotando por igual a españoles y a extranjeros, a la vez que discriminando positivamente en concepto de ayudas y prestaciones a los inmigrantes en detrimento de los españoles.
Somos intolerantes con el ataque continuo que sufren nuestra Tradición, nuestra Lengua, nuestra Historia, nuestra Cultura y nuestra Fe amenazadas y perseguidas no sólo por sus enemigos seculares, sino también por las instituciones que deberían defenderlas.
Somos intolerantes con la continua pérdida de soberanía nacional ante la traición entreguista de los dirigentes políticos presuntamente españoles,frente a los mandatos del exterior, cuyas logias e internacionales democráticas deciden nuestro futuro para garantizarse el suyo.
Somos intolerantes con el omnímodo poder de la banca, esa bestia sanguinaria y usurera que se alimenta de nuestro trabajo, nuestros miedos, nuestros anhelos, nuestro esfuerzo y por supuesto de nuestro dinero bien directamente o bien regalado por sus cómplices, los políticos, que han inyectado miles de millones de euros al sector que ha empobrecido a los demás, mientras están dejando morir o directamente han dado el tiro de gracia al resto de sectores, algunos de ellos productivos y, por supuesto, más decentes y honrados.
Somos intolerantes con los que se autodenominan sindicato mayoritarios y nosotros denominamos Sindicatos Chaperos que llevan décadas engañando, traicionando y robando a los trabajadores españoles a los que deberían defender, sindicatos chaperos que además se caracterizan por defender públicamente a los terroristas, a la inmigración, al separatismo, a los abortistas, a los jueces prevaricadores, a los corruptos y a los colectivos marica-bolleros.
Somos intolerantes con el proyecto de ingeniería social que ha convertido al otrora valiente, digno, rebelde y combativo pueblo español en una masa sumisa, materialista, conformista, anestesiada y aborregada que ha servido de cómplice necesario a los enemigos internos y externos de nuestra Patria.
Como habéis podido comprobar en esta relación de injusticias y situaciones demenciales que sufre nuestra patria ante las que nos declaramos intolerantes, no hemos nombrado a ningún partido político en particular ni a ninguno de sus dirigentes, y es que sería tan injusto como pueril cargar toda la responsabilidad en una sola de estas mafias traidoras y corruptas que tenemos la desgracia de padecer en España o en unos cuantos de sus cabecillas, delincuentes consumados o aprendices de delincuentes, según el tiempo que lleven en la política, ya que las diferencias entre esos partidos, las diferencias entre esos dirigentes se reducen simplemente a las que les han asignado quienes de verdad mandan en España y en el mundo, en ese reparto de papeles que han efectuado los que han escrito el guion, siniestro guion que intentan llevar hasta su último acto y consumar con ello lo que llevan mucho tiempo tramando, la desintegración de España como nación y la desaparición de la Justicia Social.
Pero nuestra presencia aquí hoy no es sólo para denunciar injusticias, sino para hacer propuestas que consideramos justas y necesarias, para aportar soluciones que liberen a España de esta pesadilla que parece no tener fin y que no lo tendrá mientras no derribemos este sistema injusto, corrupto y antiespañol. Evidentemente éste no es el momento ni el lugar de entrar en pormenores y en el detalle de las soluciones anticrisis que los aquí presentes proponemos, sólo vamos a enumerar algunas de las propuestas y acciones que los patriotas exigimos que se deben tomar y que tomaríamos si tuviéramos la posibilidad de hacerlo, soluciones para salir de una crisis tan provocada por los tiranos financieros, como mantenida en beneficio propio por las oligarquías y plutocracias de los gobiernos democráticos.
Estas medidas a adoptar tienen una prioridad, un límite que respetar: unos niveles mínimos de justicia social por debajo de los cuales no se puede llevar al pueblo español ni por parte de la Unión Europea, ni por los mercados; ni por parte de la banca extranjera, ni por la banca española, ni por parte de la derecha liberal, ni por parte de la izquierda socialista.
La serie de medidas que proponemos son un bloque, un paquete global que debe aplicarse en su conjunto para su eficacia completa. Dichas medidas se proponen al margen de que sean legales o ilegales lo que significa que la salida de la crisis y la puesta en marcha de España y del pueblo español están por encima de la Unión Europea, la Constitución del 78, la democracia y delo que llaman eufemísticamente Estado de Derecho.
Lo primero que necesitamos es una fuerte y unitaria CONCIENCIA NACIONAL, dispuesta al sacrificio y al esfuerzo para que se beneficien las generaciones venideras y, por lo tanto, la creación de un Estado Nacional fuerte, aboliendo el siniestro Estado de las autonomías y la actual Constitución fuente de casi todos los males de nuestra patria.
Revisaríamos todas la relaciones con los organismos económicos internacionales, negociando una QUITA y una ESPERA con la banca internacionalmanteniendo siempre una cordial relación y garantizando que pagaremos nuestras deudas, pero no nos engañemos, el marco de la Unión Europea, no ha sido rentable a España salvo para financiar y mantener el despilfarro presupuestario. Sí lo ha sido a otras naciones europeas. El euro ha sido un fracaso estrepitoso para nuestra nación y nuestro pueblo. España debe promover, impulsar e iniciar un proceso, gestionado con tiempo y prudencia, destinado a la recuperación pactada de las monedas propias de cada nación de la Unión Europea y a la renegociación de los Tratados que la conforman, unos Tratados que han pasado a ser para España una prisióneconómica. España debe recuperar su soberanía económica y monetaria plena.
El problema del paro tiene solución, ante la actual economía meramente especulativa crearíamos una Economía Nacional Productiva, promovida con apoyo tanto de la iniciativa pública como de la privada. Produciríamos y consumiríamos nuestros productos, esto supondría un aumento tremendo de los puestos de trabajo, abaratando el consumo y dando mayor fluidez a la economía nacional. Para ello no hay que dudar en poner en marcha medidas proteccionistas vía aranceles de nuestros sectores internos.El tener soberanía monetaria (la peseta) haría posible y atractiva la compra de nuestros productos, aumentando los ingresos desde el extranjero que se emplearían para pagar la deuda externa, y además aumentaría el Producto Interior Bruto que paliaría poco a poco la deuda interna. Se fomentaría una GARANTIA SOCIAL, es decir, la organización desde el Estado de unas coberturas sociales mínimas mediante un sistema nacional de vivienda y alquileres sociales, que diera solución a los desahucios de primera vivienda de ciudadanos españoles, unos economatos sociales y cuantas medidas públicas de apoyo sean necesarias para sostener a la población trabajadora en paro debido a la situación de crisis económica.
España tiene la estructura necesaria para tener una banca nacional, otra publica e incluso otra sindical que serían compatibles con la privada. Una banca nacional para operaciones con el exterior, una banca pública unificando las cajas de ahorros controladas por el Banco de España sin politizar, donde se fomenten los créditos acoplados a las necesidades de las pequeñas empresas y de los autónomos, así como hipotecas para viviendas acoplados a las nóminas con plazos largos y cantidades no asfixiantes; por tanto serían nacionales las plusvalías que se obtuvieran y se destinarían en mejorar la sanidad, la enseñanza y las pensiones, además de rebajar el déficit público. La Banca pública debe tener vocación de servicio y debe dar facilidades a las iniciativas privadas para fomentar nuevas industrias, transportes, comercios, nunca a las multinacionales ni a las sociedades anónimas. Éstas, si quieren, que acudan a la banca privada que, como hemos citado anteriormente, será compatible con la pública, siempre que cada una realice su función. Es indispensable que los sectores estratégicos estén en manos del Estado, la energía, incluso la nuclear, debe ser de producción, venta y consumo nacional.
La sanidad y la enseñanza pública también son compatibles con la privada pero no por mediocridad de las primeras, sino como complemento. El Estado, además de universidades públicas, también complementadas con las privadas, debe fomentar la formación profesional creando universidades laborales donde los futuros profesionales, además de aprender un oficio, también adquieran cultura.
No todo debe ni puede estar en el mercado al precio que sea. En el mercado al precio que sea puede estar la cirugía estética, pero no la sanitaria. En el mercado pueden estar los laboratorios cosméticos pero no los farmacéuticos. En el mercado puede estar el ocio, pero no la cultura. En el mercado puede estar la energía para la diversión, pero no para la producción ni la de las viviendas. En el mercado puede estar la joyería, pero no las prótesis. En el mercado puede estar el caviar, pero no el pan y el agua.
Efectuaríamos modificaciones de la legislación laboral para que exista un límite a la contratación de mano de obra inmigrante para toda empresa, nacional o extranjera, que desarrolle su actividad en España. Es injustificable que multitud de empresas mantengan un porcentaje de trabajadores extranjeros que supera ampliamente el 50% mientras millones de españoles se encuentran en paro y sin la posibilidad de mantener a sus familias de forma digna como fruto de su trabajo. A la vez deben tomarse medidas inmediatas para proceder a la repatriación de toda la inmigración ilegal actual y revisar los casos de la inmigración regularizada que se encuentra sin empleo o en la economía sumergida, situaciones de las que no quiere salir por gozar en ellas de prestaciones y ventajas que, por otro lado, se le niegan a los españoles.
Es necesario revisar el salario mínimo interprofesional que es en España escandalosamente más bajo que el de los principales países de nuestro entorno. Esto suele justificarse diciendo que el coste de la vida es más barato que en dicho países pero esta argumentación, sin embargo, no parece haber servido para que la misma diferencia de sueldos exista entre los políticos españoles y los políticos de los principales países de nuestro entorno, así como los sueldos de nuestros cargos ejecutivos del sector privado, que además gozan de indecentes contratos blindados que hay que suprimir. Es inaceptable que los sectores más desprotegidos de la sociedad sean los únicos que no parecen haber igualado sus condiciones económicas con los principales países de nuestro entorno. Además hay que establecer la participación de los trabajadores en los beneficios anuales de las empresas mediante la fijación de un porcentaje fijo sobre los mismos, que se repartirá entre los empleados con tendencia igualitaria, sean cuales sean los niveles salariales y tendencia proporcional al tiempo de permanencia en la empresa.
Es indispensable laeliminación del actual modelo sindical uncido a los intereses de los partidos y de los bancos que les financian, vividores de la subvención, el cursillo pagado y el porcentaje por despido, traidor a España en general y a los trabajadores españoles, a los que debería defender, en particular, y su sustitución por un modelo sindical nacional de control y gestión. Un sindicalismo que controle del cumplimiento de empresarios y trabajadores de todas sus obligaciones y que efectúe la gestión de beneficios colectivos de los trabajadores. El sindicalismo debe ser una institución del Estado que cubra las funciones de Inspección de Trabajo y solucione los conflictos laborales.
Esto entre otras cosas es lo que proponemos y, por supuesto, meter en la cárcel a todos los provocadores de la crisis y a todos los corruptos. Ya está bien de buscar soluciones dentro del sistema, cuando este sistema, llamado democracia,es cómplice y culpable de todos los males de España.
No obstante, como no somos imbéciles y estamos seguros de que este sistema jamás adoptará estas u otras medidas patriotas,nuestro primer y principal cometido para que podamos poner en marcha estas medidas que acabamos de exponer, consiste en derribar este sistema, este estado de deshecho, este lodazal de hipocresía y de mentira consentida y subvencionada que lleva casi cuarenta años destrozando nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.
Decía José Antonio Primo de Rivera en otro periodo crítico de la historia de España que Bienaventurados sean los tiempos difíciles porque ellos harán la depuración de los cobardes, y yo aquí no veo ningún cobarde, al contrario, como decía al principio aquí veo a compatriotas sacrificados, peligrosos e inteligentes. Esperamos que por el bien de España y la Justicia Social nos convirtamos para este régimen corrupto, injusto y antiespañol que padecemos llamado democracia, en españoles demasiado sacrificados, demasiado peligrosos y demasiado inteligentes, tanto que consigamos para nuestra querida patria la revolución nacional necesaria para superar estos tiempos difíciles.
Depende de nosotros compatriotas, sólo de nosotros, no esperéis ninguna solución a los males de nuestra nación de ninguna de las instituciones del sistema, sólo los patriotas queremosque haya soluciones y sólo los patriotas podemos conseguir que haya soluciones, somos la única esperanza que le queda a nuestra patria, tenemos una gran responsabilidad y debemos estar a la altura de lo que nos exige la historia en estos momentos, no podemos esperar a que nuestros hijos o nietos nos preguntenmañana con lágrimas en los ojos ¿dónde estabas tu y qué hacías cuándo desapareció España?.
Compatriotas, por España, su sagrada unidad y la Revolución Nacional que traiga Pan, Patria y Justicia a los españoles, gritad conmigo:
¡ARRIBA ESPAÑA!
1º de Mayo LA ESPAÑA SOCIAL EN MARCHA, apoyado por DN.
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