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Conocemos de memoria la supuesta cifra de 6 millones de judíos asesinados por los salvajes nazis en la Segunda Guerra Mundial, es de sobra conocido sus oscuros métodos, su determinada planeación de dicho exterminio desde años antes de iniciar siquiera la guerra, insinúan que Hitler ya planeaba asesinar judíos cuando aún era un simple cabo en el Ejército alemán ¿Cómo dudarlo siquiera? ¿Qué maldito se atrevería a negar esto? Las evidencias científicas de tal extermino, el de 6 millones de judíos, son claras, está de sobra decir que dichas investigaciones han sido realizadas por propios judíos o en su defecto patrocinadas y costeadas en su totalidad por el gobierno israelí y el estadounidense ¿Pero y como dudar de la buena intención de dichos estados ejemplo?Pero no es labor mía destruir la muy bien planeada cifra de 6 millones de judíos, ya estaba muy bien planificada desde el 31 de octubre de 1919 cuando aún sin olerse la guerra, ni el ascenso del Partido Nacionalsocialista Alemán al poder, M. Glynn redacto su “The Crucifixion of Jews Must Stop!” hablando ya de un “holocausto”, pero aún más curioso es hablando exactamente de 6 millones de judíos. Curioso que tal cifra se haya llevado a cabo, ya vemos que Nostradamus no era único en su campo y otros profetas videntes aparecieron sobre la faz de la tierra. Pero bueno de dicha curiosidad no hay que hablar mucho, ya que es eso una simple “curiosidad”, sin relevancia, dirían los muy respetados intelectuales modernos.El humanitarismo de las democracias occidentales, tan buenas ellas, tan “humanas”, defensoras de los derechos de las personas, han ajusticiado ya desde hace años a cualquiera que ose revisar tal cifra, no es negar señores, es revisar, está claro que hubo una persecución hacia los judíos en la Alemania nacionalsocialista, pero explotar la cifra de 6 millones como se ha hecho, muestra nada más que una oscura maquinaria oculta tras las cortinas de la defensa democrática, 6 millones es una cifra a todos leguas exagerada y simplemente ha servido para alimentar un mito oscuro y doliente, para al fin sepultar la verdad verdadera y cambiarla por la verdad oligárquica. Si el humanitarismo aliado fuese real, también hubiesen condenado sin duda el “otro” holocausto, que superó con creces al judío – incluso a la cifra oficial - y que hoy día ni siquiera se reconoce, ni siquiera “existe”, ya que la maquinaria propagandística de dichas potencias, jamás les intereso hacerse ver como lo que en verdad eran, sanguijuelas al acecho de una bestia herida, carroñeros que venían por todo sin importar nada.Las cifras que a continuación se difunden son las contenidas en “DE 6 A 13 MILLONES DE ALEMANES EXTERMINADOS POR LOS ALIADOS OCCIDENTALES” escrita por el filósofo Jaume Farrerons.1.100.000 de civiles alemanes fueron exterminados en bombardeos planificados, el más famoso Dresden, perpetrados por parte de los aliados con la única intención de cremar todo ser vivo que tocase; mujeres, hombres, niños y ancianos desarmados e indefensos fueron quemados vivos por los humanitarios aliados.2.500.000 civiles alemanes fueron sometidos a limpieza étnica en los territorios del Reichdeutsche; Prusia, Silesia y Pomerania.1.000.000 de militares alemanes bajo “cuidado” de los aliados murieron por hambre, enfermedades y malos tratos, todo esto sucedió en campos de concentración hechos por USA y Francia ya en la posguerra.Se cuentan alrededor de 1.500.000 de militares alemanes desarmados muertos de igual forma en los campos de concentración soviéticos.Miles y miles de mujeres alemanas fueron violadas sistemáticamente por los aliados, solamente por haber tenido algún contacto o relación con soldados alemanes, incluso, mujeres que no tuvieron nada que ver con estos fueron prostituidas por soldados que ejercían como proxenetas, vendiendo su cuerpo para obtener ganancias, lo más atroz no es esto, sino que unas 200.000 mujeres alemanas murieron a consecuencia de las violaciones de los salvajes del Ejército Rojo.Unos 80.000 civiles alemanes fueron exterminados en campos de concentración posguerra administrados bajo una especie de “concesión” por judíos, el más famoso, el controlado por el judío polaco y comunista Salomón Morel fallecido en 2007 y que hasta el último día fue protegido por el gobierno de Israel que jamás reconoció sus crímenes.Alrededor de 1.300.000 alemanes pertenecientes a minorías germano hablantes de Europa Central, fueron asesinados por tropas soviéticas, su único delito era el ser alemanes.Para finalizar, miles de alemanes exportados a los Gulag rusos, muertos por los duros castigos, el exceso de trabajo y la falta de alimentos y medicinas, junto a unos 5-8 millones de alemanes que murieron por inanición desde 1945, dicho exterminio acelerado por la política de castigo impuesta por el banquero judío Henry Morgenthau, conocida como “Plan Morgenthau”.Dichas cifras suman unos 10 o incluso más alemanes exterminados, por el simple hecho de ser alemanes. Dicha cadena de delitos atroz jamás ha sido condenada y nadie ha sido juzgado por negar tal exterminio.Existen relatos y testigos y de esto nos habla Jaume Farrerons, involucrando incluso a familiares que narran sobre “esterilizaciones en masa, hambrunas y desapariciones en los campos de soldados prisioneros”, nadie sin embargo acepta aun el genocidio más grande de la historia, valen más los elegidos por dios, el “pueblo de dios” que unos simples campesinos y ciudadanos germanos “racistas”.¡Que triunfe la verdad!FUENTES:“El Incendio: Alemania bajo los bombardeos 1940-1945”, Jörg Friedrich, Editorial Taurus, Madrid 2003.“Los anglo-americanos y la expulsión de los alemanes 1944-1947”, Alfred M Zayas, Editorial Historia XXI, Barcelona 1999.“Other Losses: An Investigation Into the Mass Deaths of German Prisoners at the Hands of the French and Americans After World War II”, James Bacque, Editorial Talon Books; 2011.“Crimes and Mercies: The Fate of German Civilians Under Allied Occupation, 1944-1950”, James Bacque, Editorial Little, Brown, U.K. 1997.“El libro negro del comunismo”, Stéphane Courtois, Nicolas Werth, Jean-Louis Panné, Andrzej Paczkowski, Karen Bartosek, Jean-Louis Margoli, Editorial: Ediciones B, Barcelona 2010.“An Eye for an Eye”, John Sack, Editorial Basicbooks Inc., 1993.
El mayor truco del diablo consistió en hacer creer al mundo que no existe. Igual los judios autoproclamámdose víctimas, han ocultado por décadas que son unos asesinos y terrpristas.
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