"La familia es la pieza más pequeña pero más importante de la comunidad nacional"
¿Qué sucede?
Por desgracia los enemigos de España y de las otras naciones europeas están de acuerdo con la afirmación del autor de la frase.
Sólo por ese motivo se explica el enconado ataque con que la democracia liberal ataca a la institución familiar desde su instauración casi total en Occidente después de 1945.
Ese ataque se concentra en todos los frentes imaginables, pero de forma clara se podrían sintetizar en tres:
- Social, económico y laboral.
- Ético y cultural.
- Político y legislativo.
Todos esos frentes se entrelazan y complementan en una suerte de experimento de ingeniería social e ideológica.
En primer lugar, el llamado “Feminismo”, que realmente no es otra cosa que la ideología de masculinización de la mujer, ha lanzado a sus víctimas al competitivo mercado laboral regido por la norma suprema del máximo beneficio. En la empresa capitalista la maternidad, cualidad inherente y valiosísima de la feminidad, no encaja en el paradigma de producción y eficiencia. La entrada de nuestro país en la dinámica del capitalismo global ha hecho que actualmente se necesiten dos salarios decorosos para mantener a una familia con dos niños o más.
En segundo lugar, el desprecio a valores como la disciplina, la tradición, el respeto a los mayores y ancianos, la educación, el esfuerzo y la burla que desde los canales monopolizados del pensamiento único se ejerce sobre los que creemos en ellos, hace que en una sociedad apátrida, hedonista y cobarde tengamos que enfrentarnos en soledad al día a día sin tener casi ningún referente cercano en el espacio/tiempo.
Por último, la legislación promovida por la clase política traidora no otorga casi ningún apoyo a las familias numerosas ni a las madres solteras. Sin embargo sí que discrimina a las familias españolas frente a las extranjeras residentes en España, siempre en beneficio de éstas últimas. Las plazas de las guarderías y de los colegios públicos, así como los servicios extraescolares como ayudas para comedor, están en primer lugar reservadas para ellos en virtud de fantasiosas e inútiles políticas de “integración”.
Como colofón se ha legislado durante décadas la práctica del aborto como método de control de natalidad.
Después de treinta y cinco años de democracia real el resultado es palpable: España es uno de los países con la tasa de natalidad más baja del mundo. Pero si ha eso le añadimos además las elevadas tasas de natalidad de la población extranjera residente en España: magrebíes, asiáticos, iberoamericanos, africanos…que son contabilizadas estadísticamente como españoles el resultado ya es pavoroso: España es una nación demográficamente en retroceso, una nación camino de su inexorable muerte “natural”.
Muchas naciones a lo largo se su historia reciente han sufrido golpes demográficos similares que han afectado a segmentos concretos de edad/sexo por causas gravísimas como guerras (Alemania, Rusia, Japón), migraciones por hambrunas (Irlanda, Italia, Suecia) o catástrofes naturales que incluyen epidemias. En España la democracia real ha cumplido con creces esa función de agente exterminador, genocida y suplantador de la población a gran escala.
¿Qué pensamos?
En Alianza Nacional defendemos un nacionalismo social que implica que el bien de la comunidad popular es superior al interés de los individuos que lo conforman, que el conjunto, la Nación española, es más importante que la suma de sus partes por separado, ya sean esas partes individuos, partidos políticos, clases sociales, grupos de presión, regiones o incluso ideologías.
Esa Nación es un ser vivo, respira y sangra, incluye a los antepasados, a los presentes y a los que están por llegar, conectados por la línea sagrada de la herencia y la identidad cultural y antropológica. Su voluntad es pervivir y la eternidad es su objetivo.
De forma complementaria nuestro socialismo no es tanto un concepto económico, como el fracasado paradigma marxista intentó definir, sino una ética de servicio a la Nación, la solidaridad, la camaradería, el apoyo mutuo, el antimaterialismo y el civismo serían sinónimos que estarían englobados bajo ese socialismo nacional.
¿Qué denunciamos?
El próximo sábado 6 de Julio de 2013 se representará, un año más, promovido por el Partido Popular y en cooperación con la mafia del ocio de la noche y los grupos de presión homosexuales un aquelarre democrático que implica un insulto a las familias españolas, a la memoria de nuestros antepasados, a la belleza, al buen gusto, a la austeridad y a la sensatez.
Los poderosos sacarán a desfilar a sus zombies, unos desgraciados papanatas que se disfrazarán y harán alarde público de sus desviaciones físicas y carencias psicológicas. No es nuestra intención influir en los gustos sexuales de nadie, de hecho les animamos a empalarse si esa es su voluntad.
Pero no por ello vamos a dejar de denunciar una terrible paradoja que nosotros advertimos y de la queremos hacer partícipes al resto de compatriotas: en una España con seis millones de parados, cinco millones de inmigrantes, centenares de miles de familias pasando auténticas penurias acosados por la banca y la clase política y empresarial parasitaria, lo que debería desfilar por las calles de todas las ciudades y pueblos de España deberían ser escuadras de combate formadas por patriotas y revolucionarios que hagan de la violencia su lenguaje, la restauración de la dignidad nacional su credo y la destrucción de este decadente sistema democrático su objetivo vital.
Santiago S.
Militante AN Madrid
No hay comentarios:
Publicar un comentario