NO PARAR HASTA CONQUISTAR. CUENCA NUNCA SERÁ LO QUE MERECE MIENTRAS LOS CACIQUES DIRIJAN NUESTRA PROVINCIA
jueves, 17 de enero de 2013
Épica de España: Españoles contra Samuráis
Islas Filipinas. Año 1580. Piratas japoneses, los wokou, acosan puertos del archipiélago, entre otros, el de Luzón. La misión de expulsarlos se encarga a Juan Pablo Carrión.
El primer enfrentamiento con los wokou parece sencillo. Los cañones españoles hacen que un buque pirata japonés salga de la zona. Pronto llegaron malas noticias que señalaban que los piratas japoneses preparaban la revancha con 10 navíos. Frente a ellos una mínima expedición de castigo que contaba tan solo con 40 soldados españoles.
La expedición española encuentra un barco japonés que acaba de asaltar las costas filipinas y tratar brutalmente a la población tagala bajo protección de los españoles. Se ordena a los soldados españoles preparar el abordaje.
La nave española tira con sus cañones contra el junco, después cargan con el espolón de proa contra el costado del barco japonés. Los soldados españoles saltan sobre el barco enemigo. Es el primer enfrentamiento entre occidentales y samuráis. La operación se complica y los españoles, muy inferiores en número, se ven obligados a retroceder hasta su nave. La situación se pone cada vez más difícil hasta que Carrión corta con su espada la driza de la verga mayor que cae creando una trinchera tras la que los arcabuceros y mosqueteros españoles descargan sus armas contra los japoneses. Seguidamente piqueros y alabarderos arrasan a los japoneses. En ese momento llega una nave española para apoyar al hasta ese momento solo barco de Carrión, el San Yusepe. Los cañones del San Yusepe eliminan a los tiradores japoneses que desde su barco tiraban contra los españoles de Carrión. Ahí terminó la lucha.
Carrión sigue adelante con la expedición de castigo. En el camino cañonea y derrota 18 champanes japoneses y así llega a Luzón. Desembarca tropas y cañones y exige a los japoneses que abandonen Luzón. Los wokou, piratas, piden una indemnización. Carrión se niega y da por finalizadas las negociaciones.
600 japoneses cargan contra los españoles. Los españoles aguantan sin dificultades. Varios españoles, no obstante, pierden sus picas largas en el combate arrebatadas de sus manos por los japoneses.
Los españoles reconocen la audacia y el valor de sus enemigos. Y aprovecharán ese valor para convertirlo en una debilidad. Los japoneses atacan de nuevo. De nuevo intentar arrebatar las picas a los soldados españoles pero Carrión había ordenado engrasar la parte final del asta y las picas resbalan entre las manos de los piratas. Los españoles destrozan a los japoneses.
Los jefes japoneses desembarcan la totalidad de sus hombres en Luzón para lanzarse contra los españoles. A los españoles les queda ya poca munición.
Carrión decide disponer a sus poco más de 30 hombres a campo abierto con un refuerzo de marineros y tagalos fieles. Los españoles suman una centena de hombres frente a 500 japoneses.
Los piratas cargan. En la trinchera española se espera en silencio. Los españoles disparan sus cañones cargados con metralla y descargan falconetes y arcabuces. Diezman el ataque japonés. Poco pudieron hacer los japoneses contra los españoles tras esta primara andanada. Carrión ordena salir de la trinchera y cargar contra los piratas. Los españoles los pasan a cuchillo. Los oficiales superiores de los japoneses, según sus códigos de honor, se quedan a luchar y son vencidos en combates individuales por las técnicas de espada de la “verdadera destreza”, la escuela de esgrima española, muy superior a las técnicas japonesas.
En los meses siguientes Carrión pacifica la zona y funda Nueva Segovia.
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