Una bomba artesanal estalló el martes en las oficinas del partido político Amanecer Dorado cerca de Atenas, derribando un muro y rompiendo las ventanas de un edificio cercano, pero sin causar heridos, dijo la policía.
Amanecer Dorado ha disparado su popularidad durante la crisis de deuda de Grecia y se ha catapultado desde el ostracismo a obtener un siete por ciento de los votos en las elecciones parlamentarias de junio, aprovechando una ola de ira del pueblo contra la austeridad, los políticos corruptos y los inmigrantes.
Activistas y políticos han instado a ilegalizar al partido ultranacionalista, cuyos miembros hacen saludos al estilo nazi y cuyo emblema recuerda a una esvástica.
El dispositivo cargado con dinamita fue situado junto a las oficinas del partido en Aspropyrgos, un suburbio industrial al oeste de Atenas.
Un responsable de la policía, que declinó ser citado, dijo que el ataque fue perpetrado muy probablemente por un grupo de extrema izquierda. "Fue una explosión potente que causó muchos daños", dijo. "Parece terrorismo (local)".
Expertos artificieros fueron convocados al lugar y el diputado de Amanecer Dorado Ilias Kasidiaris, portavoz del partido, se apresuró a la escena de la explosión ataviado con un traje forense blanco.
Amanecer Dorado dice que quiere limpiar Grecia de todos los extranjeros, entre ellos lo que llama el "hedor" de los inmigrantes.
Las últimas encuestas de opinión muestran que la popularidad del partido - el primer grupo ultranacionalista que entra en el Parlamento desde que la junta militar fue derrocada en 1974 - ha aumentado desde las elecciones.
Un sondeo de VPRC, una encuestadora independiente, situó el apoyo a Amanecer Dorado en un 14 por ciento en octubre, lo que le convertiría en el tercer partido en la asamblea.
El partido niega que sea neonazi y frecuentemente acusa a los periodistas y críticos de difamarlo y tergiversarlo.
Las explosiones de pequeñas bombas caseras - habitualmente bombonas de gas o explosivos - son frecuentes en Grecia, que atraviesa su quinto año de recesión que ha dejado a uno de cada cuatro trabajadores en el paro y erosionado la calidad de vida
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