Con motivo del XXXII Aniversario del asesinato de Juan Ignacio González Ramírez, Secretario General del Frente de la Juventud, crimen todavía no esclarecido, una multitud de patriotas se ha reunido para rogar por su alma, honrar su memoria, exigir Justicia y dar testimonio de los ideales por los que murió este joven líder patriota.
En primer lugar se celebró una misa en sufragio por el alma de Juan Ignacio y de todos los caídos en la iglesia neobizantina de San Manuel y San Benito, en la madrileña calle de Alcalá, frente al Parque del Buen Retiro. El oficiante animó a recordar a nuestros caídos y a continuar la lucha, dando testimonio de fe y patriotismo, sin ocultar nuestras banderas.
A continuación, se formó una manifestación encabezada y presidida por la enseña nacional con el escudo auténtico, genuino, completo y verdadero de nuestra Patria, que es el que figura precisamente en la edición magna de la Constitución, aunque ignorantes, malvados y sectarios se empeñen en tildarlo de anticonstitucional, inconstitucional o preconstitucional para perseguirlo y prohibirlo. Tras él iban numerosas banderas con la efigie de Juan Ignacio, como puede verse en la primera foto de este reportAJE.
Después iban varias pancartas con mensajes referentes al acontecimiento. Ya se encendían numerosas antorchas.
Las antorchas se fueron incorporando a la marcha.
Predominaban los jóvenes, aunque hubo gente de todas las edades. Muchos de ellos, veteranos, camaradas de Juan Ignacio y militantes patriotas desde hace mucho tiempo, que han vivido todos los tenebrosos años del postfranquismo y la democracia.
Frente a la tiniebla de un mundo vacío, sin alma, opaco y esclavizador, se encienden nuestras antorchas, que son luz, verdad y libertad.
En el centro de la marcha, Juan Ignacio y las banderas que representan sus ideales patrióticos y nacional-sindicalistas:
Patria, Justicia, Revolución.
Y continuaba la riada de gentes con Patria y corazón, con orgullo y con honor.
La calle Lagasca, desde Alcalá hasta Goya, se convirtió en una larguísima serpiente de luces en movimiento. Era
LA MARCHA DE LAS ANTORCHAS
En absoluto silencio, roto por el sonido rítmico de tambores que batían en señal de duelo.
La calle Goya, llena de gente un sábado prenavideño por la tarde, contempló asombrada y curiosa esta ingente manifestación de patriotismo, en la que luces de verdad, portadas por seres de verdad, quitaban protagonismo por unos momentos a los horteras adornos nada navideños fruto de la ocurrencia descristianizadora y mundialista de partidos informes como el PP.
La Zona Nacional de la transición volvió a recordar sus mejores momentos. A muchos les pareció un sueño. Un sueño hecho realidad, porque el patriotismo está despertando otra vez y con mucha fuerza y mucha juventud.
La calle Claudio Coello, donde estuvo la sede del Frente de la Juventud y de donde partió el cortejo fúnebre con sus restos mortales, quedó abarrotada de gente, por lo que no todos pudieron oír los discursos.
Lo que sí se oyó, ¡vaya que si se oyó! fue el "Cara al sol", con R:
Recio,
Radical,
Rebelde,
Rotundo,
Revolucionario.
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