Los inmigrantes en España enviaron remesas a sus países de origen por valor de 7.268 millones de euros en 2011, la tercera cifra más alta en toda la Unión Europea (UE), informó ayer la oficina comunitaria de estadística Eurostat. El envío de remesas desde el Estado representa el 19% del total de remesas contabilizadas en los Veintisiete. Por delante se sitúan Francia e Italia, pero no Alemania, que siempre ha tenido un perfil de acoger trabajadores inmigrantes.
El monto total de esos envíos contabilizado en el Estado español durante el año pasado aumentó ligeramente (un 0,97%) con respecto a 2010, cuando se registraron 7.198 millones, pese a la crisis económica y la elevada tasa de desempleo que sufre el país. Por delante solo se sitúan Francia, con unos envíos de remesas por 9.661 millones de euros o el 25% del total registrado en la UE, e Italia, con 7.394 millones o el 19% del importe acumulado en los Veintisiete. En el caso de Francia las remesas bajaron y en el de Italia aumentaron frente al monto contabilizado en 2010.
Por detrás del Estado español figuran Alemania (2.977 millones de euros o el 8% del total) y Holanda (1.531 millones o el 4%). En toda la UE, las remesas enviadas por los inmigrantes a sus países de origen sumaron 39.139 millones de euros en 2011, el 2% más que en el año precedente. Este importe incluye tanto los envíos desde un Estado miembro de la UE a otro comunitario como las remesas enviadas desde un país de la Unión a otro fuera del bloque.
En el caso de las remesas que llegan a un país no miembro de la Unión Europea, éstas representaron casi un tercio del total de envíos y aumentaron el 3% el año pasado hasta llegar a 28.468 millones de euros. Los envíos de un país miembro de la Unión Europea a otro del bloque comunitario permanecieron prácticamente estables en 10.671 millones de euros.
Entre los primeros cinco Estados miembros con el mayor envío de remesas, el porcentaje de dinero destinado a un país de fuera de la Unión en comparación con el total iba desde el 64% en Francia al 83% en Italia. En el caso del Estado español, los datos de remesas que se quedan dentro de la Unión Europea y los que salen fuera de los Veintisiete son confidenciales, según Eurostat.
Canadá pide trabajadores
La crisis económica ha frenado la llegada de inmigrantes a Europa, pero los flujos migratorios pueden tomar otros derroteros en los próximos años. De hecho, Canadá anunció ayer que a partir de enero próximo abrirá las puertas a 3.000 trabajadores extranjeros cualificados como electricistas o soldadores ante la incapacidad del país para generar los más de 320.000 trabajadores de la construcción que necesitará en los próximos ocho años.
El ministro de Ciudadanía e Inmigración de Canadá, Jason Kenney, informó de que el programa, que entrará en vigor el 2 de enero de 2013, aceptará el primer año un máximo de 3.000 personas pero que esa cifra es solo un modesto inicio de la entrada de trabajadores que se aprobará en los próximos años. “Para evitar la acumulación de peticiones, en el año inicial solo se aceptarán 3.000 solicitudes pero repito que ese número crecerá”, dijo Kenney en una rueda de prensa celebrada en una empresa en las cercanías de Toronto. “Será un año de prueba y espero elevar las cifras”, añadió el ministro canadiense.
El anuncio fue aplaudido por organizaciones empresariales que desde hace años solicitan a las autoridades canadienses cambios en el sistema migratorio, que prima la llegada de inmigrantes con títulos universitarios, para agilizar la entrada de trabajadores en oficios de alta demanda. Michael Atkinson, presidente de la Asociación Canadiense de la Construcción, dijo que “el nuevo programa asegura que se da una mayor consideración a las necesidades de las empresas cuando se procesan las solicitudes de emigración”.
Atkinson señaló que para 2020 Canadá necesitará 320.000 trabajadores más en el sector de la construcción, y que el país solo será capaz de generar como mucho la mitad de esa cifra. “Solo la mitad procederá de fuentes nacionales. No es que la inmigración sea la respuesta total a nuestros futuros problemas laborales, pero es una parte importante”, explicó Atkinson. Gran parte de esta demanda de trabajadores cualificados es fruto del fuerte crecimiento de los sectores de la construcción y energía. Solo la provincia de Alberta, donde están los yacimientos de arenas bituminosas que han convertido a Canadá en una potencia mundial en la producción de petróleo y que se consideran contienen las terceras mayores reservas de crudo del mundo, necesitará en los próximos años 115.000 trabajadores para la construcción.
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