Los rumanos de Cuenca se lo pasan pipa, pero se olvidan de Mota y Marin

La Asociación Hispano Rumana de la provincia de Cuenca da a conocer su cultura, por cuarto año consecutivo, a través de la obra del poeta Mihai Eminescu. Su sede central, en la Casa de las Asociaciones de la localidad taranconera, acogió un recital de poemas en rumano y en español, leídos por niños y también por adultos, por ejemplo del Club de Lectura del Centro de Mayores.

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Como cada año por estas fechas, la asociación Hispano-Rumana conmemora la muerte en combate de los legionarios rumanos Ion Mota y Vasile Marín durante la Guerra Civil española en Majadahonda. No es la primera vez que acuden desde Rumanía camaradas para homenajear a sus dos compatriotas caídos en suelo español, pero este año el número que se ha desplazado hasta el monumento conmemorativo de Majadahonda ha sido bastante más numeroso que en otras ocasiones. En concreto, el partido rumano Noua Dreapta desplazó para este acto a una nutrida representación destacando sobre todo, a un viejo camarada perteneciente a la histórica Guardia de Hierro, que estuvo preso durante 15 años en la Rumanía comunista el cual, precedió a dedicarnos unas palabras de agradecimiento a los allí congregados.
En cuanto a los discursos del acto, podemos destacar la intervención de Miguel Menéndez Piñar, que leyó un discurso preparado para la ocasión de su abuelo Blas Piñar, el cual por motivos de salud ya es difícil encontrarle en este tipo de actos aunque siempre cumpliendo con el deber que se le requiere. Cupo destacar del discurso de Blas, no solo la entrega en pro de un ideal de estos dos camaradas, sino de la responsabilidad que tuvieron a la hora de representar la lucha más allá de las fronteras de los camaradas rumanos de la Guardia de Hierro, convirtiendo este hecho en toda una declaración más allá de los problemas circunscritos a la patria.
La representación falangista fue encabezada una vez más, por el Jefe Nacional Manuel Andrino y el Secretario General José García Sancho, así como de conocidos militantes de la talla de José Luis Jerez Riesco. Al término del acto se cerró como corresponde cantando el Cara al Sol y los gritos de rigor del Jefe Nacional de La Falange.