NO PARAR HASTA CONQUISTAR. CUENCA NUNCA SERÁ LO QUE MERECE MIENTRAS LOS CACIQUES DIRIJAN NUESTRA PROVINCIA



martes, 3 de julio de 2012

Cuando la tarta se achica (Los inmigrantes primero)


Los más indefensos, los que para nuestro Padre Dios son los imprescindibles para la realización del Reino, son los que estorban en el reinado material del bienestar, cuando la tarta se achica. Los inmigrantes están siendo las primeras víctimas de la crisis. Los últimos recortes afectan de manera especialmente grave a los inmigrantes sin papeles, que no son sólo los que llegaron sin permiso, sino también otros que llevan años viviendo aquí, que han trabajado y cotizado, que mantenían su permiso en regla, pero que debido a la crisis y al desempleo prolongado no han podido renovar su documentación. Han sido muchas las voces que se han levantado denunciando la retirada de la tarjeta sanitaria, quedando desprotegido el derecho a la salud, que ha de ser accesible a todos los hombres. En situaciones como la de ahora, en que el trabajo es un bien que escasea, es fácil que surjan, incluso en nuestras comunidades cristianas, quienes hacen culpables a los inmigrantes de todo. Tenemos que estar atentos, porque estas actitudes incuban la xenofobia y el racismo.

El fenómeno migratorio está dando lugar a que se produzcan formas de desintegración y desmoronamiento de dimensiones fundamentales de la vida, de los valores y del sentido de la vida. Este escenario nos permite aprender que la misión ya no es un movimiento norte-sur o este-oeste. La misión hoy se encuentra en los cinco continentes. Es una oportunidad para el anuncio del Evangelio.

Se ha dicho que la Iglesia evangelizando promociona, y promocionando evangeliza. Es verdad; no es bueno separar ambas dimensiones, pero tampoco es bueno confundirlas. En la Iglesia todo, o casi todo, es pastoral, pero desde hace años venimos insistiendo en que, junto a labor de asistencia social y de promoción que tan admirablemente realiza Caritas, es necesario cuidar de manera especial la dimensión más netamente pastoral, el servicio fidei y no sólo los servicios ex-fide. Lo mejor que nuestra Iglesia puede ofrecer a nuestros hermanos los hombres no son sus obras sociales, sino a Nuestro Señor Jesucristo, con el que lo demás suele venir por añadidura.

+ Ciriaco Benavente
obispo de Albacete y Presidente de la Comisión episcopal de Migraciones, de la CEE

Fuente: ALFA Y OMEGA

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